Pasos en un cuartel desangelado. Una mirada, un muñeco roto que habla en un lenguaje de signos. Maltrato que habita en el alma de una mujer.
El daño, el castigo se traduce en cicatrices y antidepresivos que inciden en los cimientos tambaleantes de un agente en formación al pie de la bandera.
Manos doloridas de asir las desgracias, los desprecios e insultos; golpes y lesiones que abortan las garras de los torturadores.
Ocupar el lugar de la víctima, intentar conocer su soledad en una cárcel perimetrada por unos altos muros que muestran una dentadura de cristales rotos y puntiagudos.
Soy testigo de las ojeras que escuecen, de unas lágrimas que brotan canturreando un rosario cíclico. Los traumas buscan refugio tras el maquillaje. Tríada, noche, agresor y terror son inductores de mil ansiedades, devorando las entrañas del alma y arañando la piel.
Quiero denunciar.
Seis mil quinientos setenta días sin resuello, con cicatrices que no cierran.
Un mar de noches con el miedo punzante en la piel, pesadillas que sangran.
Soy la mujer reflejada en un espejo de cristales rotos. Miedo, sicofonía entre las paredes blancas de mi cárcel doméstica, puertas destrozadas, espadas ensangrentadas se clavan en los pensamientos destructivos.
La imagen recurrente de mi cuerpo inerte que está y no es, que es y no está. Pienso que pronto seré un perfil de tiza blanca en el suelo de una habitación robada.
Trauma resultante de amar el desconsuelo, descolgando las campanas que tocan a golpes de voz de quien me insulta, entre ingesta de alcohol y raya de cocaína me odia como mujer, viola y ensucia mi cuerpo, destroza el alma, se ríe del llanto de agua salada que reconcome la almohada de esta cama violentada.
Soy valiente, quiero renacer, encabritarme y romper las cadenas que mantienen las fobia. Retirar la cómoda que cada noche bloquea la puerta de mi casa, destruir las raíces de plomo que pesan en los bolsillos.
Eres la esperanza de mis renglones torcidos a patadas, porque necesito escribir un final feliz.
Otra vida.
Las rejas que cierran el pozo se han roto una noche sin luna, corre que no te ve nadie, huye. No sueñes cuchillos y sangre, ni el dolor de los golpes.
Yo te contaré una vida que surge después de hablarle a la niña de ojos tristes, mamá no dejes que despellejen nuestro corazón.
Terror, sentía cada día la muerte podrida en cúbito prono, olor que desprende su piel a amoniaco y cocaína.
¡No!, no quiero escribir desconsuelo. He vuelto a empezar, soy valiente, he denunciado, me quedo de pie, no te acerques.
Corro más que la bruma, adelanto al temor que se queda jugando con los árboles que flanquean el camino. Por fin la luz del sol incide en la cara, calienta y muestra desde la distancia, la senda que lleva a la planicie tapizada de verde, la salvación.
¡Ladra agresor!, nunca más volveré a esconderme.
Autor: Xavier Eguiguren
NO estas SOLA. Si eres victima de violencia de género o presencias una situación violenta, no dudes en llamar al ☎ 091 ☎ 092 ☎ 062 ☎ 112 y RECUERDA el ☎ 016 no deja rastro en tu factura.
ni sola ni solo siempre ahy gente en quien confiar es duro pero peor es no contarlo animoooo a tod@s
PUES LA VERDAD ES QUE SI…. CADA VEZ HAY MAS CASOS DE HOMBRE…
Me pone la piel de gallina, debe de ser muy muy duro pasar por algo así y que a día de hoy aún haya tanta gente con estos casos… hay que denunciar y ser valiente pero fácil se ve todo desde fuera y que injusta es la justicia que tenemos. 87spo
¡Hola! Me ha costado muchísimo leer tu entrada porque es muy duro, se me pone la piel de gallina con cada frase. No puedo entender que haya gente en el mundo capaz de hacer esas barbaridades. Sin duda hay que denunciar, con fuerza, coraje y valentía. Besos.
Hola guapa, me han estremecido estos poemas y la forma de expresar el tema tan delicado que trata..
Y me ha gustado mucho que hagas una entrada para ello con tanto gusto e información al final. ¡ójala un día no hicieran falta entradas como ésta! Un besazo..
Uf, qué locura quien tenga la desgracia de vivir esta locura… tolerancia cero e implicarnos todos para que no haya ni un maltrato más.
Gracias por esta entrada, dura, pero realista.
Hasta que no he llegado al final del post pensé que era un texto tuyo, pero te doy las gracias por compartirlo porque no lo había listo antes. Se me han puesto los pelos de punta, tan duro pero tan realista, y que siga existiendo esta lacra con lo sencillo que es cada uno por su lado y no tener que aguantar eso…saludos!
Gran descripción de una dura y cruel realidad, Mayte.
Es muy triste, sin duda, vivir la violencia, y te felicito por esta iniciativa de ayuda.
Es muy difícil para las mujeres dar el paso de denunciar, pero hay que romper con esos límites y terminar con ese silencio.
Muchas mujeres lo sufren, pero si no lo denuncian, no hay forma de hacer justicia.
en nosotras está el cambio, empezar a educar como toca, hombre = mujeres, no somos posesión de nadie, y ellas no necesitan ser poseídas ni dominadas para sentir ser amadas.
un texto duro, pero real, un texto que se vive casi a diario en cualquier ciudad.
gracias por compartirlo
pero a dia de hoy es triste pero sigue habiendo mucho machismo y clasismo. se sigue enseñando a los niños de que ellos son mas fuertes y la mujeres mas debiles etc. esto tiene que cambiar.
¡Hola guapa!
Sinceramente me has dejado sin palabras con el texto. Es duro y triste, pero también es muy cierto lo que dice. Es una pena que esa situación la vivan tantas y tantas mujeres. La situación en la que se encuentran es muy complicada, pero es importante saber poner límites y romper con eso. Denunciar y dejar atrás todo eso es lo más importante.
Saludos
La lectura que citas en esta entrada relata una situación muy difícil que ojalá nadie tuviera que pasar por ella, ni mujeres ni hombres, pero que tristemente es una realidad y está en manos de quienes la presenciamos de tratar de hacer algo al respecto pues en ocasiones las víctimas no siempre son capaces. Saludos!
Hola guapa. Me he quedado petrificada con el texto, es muy duro. Me da muchísima rabia que haya personas que estén pasando por esta situación…, ojalá dejaran de existir personas con tanta maldad. En esos casos hay que poner límites rápido y alejarse de esa persona, y si persiste denunciar cuanto antes. Saludos.
Bufff se me han puesto los pelos de punta con tu post de hoy. La verdad es que la violencia de género y el maltrato son una lacra que en vez de redimir cada vez parece que surge con más fuerza.. no es fácil decir que hay que salir de eso, imagino que una vez que estás ahí y así es por algo, por muchos años de preparación por parte del maltratador pero vamos, en cualquier caso creo que hay que denunciar no sólo por una o uno mismo, sino por los hijos, etc. Muaks
Un texto que refleja muy bien la realidad de muchas mujeres, no me puedo ni imaginar lo que se debe sentir en estos casos ni lo que haria, como saldria de ello! una entrada que me ha pensar, es verdad que hay que denunciar pero es dificil salir de una situacion como esta!