Hace ya algún tiempo un hombre castigó a su pequeña hija de tres años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envoltura. El dinero le era escaso en esos días, por lo que explotó en furia cuando vio a la niña tratando de envolver una caja.
A la mañana siguiente, la niña regaló a su padre la caja envuelta y le dijo: “Esto es para ti, papito”. Él se sintió avergonzado, pero cuando abrió la caja y la encontró vacía, otra vez gritó con ira: “¿acaso no sabes que cuando se le da un regalo a alguien se supone que tiene que haber algo dentro?”
La pequeña volteó hacia arriba el rostro y con lágrimas en los ojos dijo: “¡Oh, papito, no está vacía! Yo soplé un montón de besos dentro de esa caja y todos son para ti”.
El padre se sintió morir, rodeó con sus brazos el pequeño cuerpo de su hija y le suplicó que lo perdonara.
Dicen que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama por años y que siempre que se sentía derrumbado, tomaba de ella un beso y recordaba el amor que su hija había depositó ahí.
De alguna forma cada uno de nosotros hemos recibido alguna caja llena de amor incondicional y de besos de nuestros hijos, amigos, familia…
Nadie poseerá jamás una propiedad más grande que esa.
ohhhhhhhhhhhhh qué tierno me encanta!! es precioso
gracias guapa
Qué bonito, de esos mensajes que llegan a la fibra sensible de una 🙂
Lo leí hace tiempo. Es super tierno. Muchas veces no entendemos por qué hacen nuestros hijos ciertas cosas, o las vemos absurdas con os ojos de un adulto.
¡Hola! Que bonita historia. Estos son los detalles que llegan al alma y los que perduran siempre en nuestro corazón. Saludos.
Oins por favor que maravilla de texto y que moraleja tan grande y tan cierta.. no hay nada mejor que un beso o un te quiero de quienes más queremos, sobre todo si viene de tus hijos. Es amor puro y duro. Muaks
ains por favor que historia tan bonita! Se que ya la leí antes pero es que cada vez que la leo me llega a lo más hondo del alma
Besos desde JustForRealGirls